El Criticón

Opinión de cine y música

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Deadpool 2


Deadpool 2, 2018, EE.UU.
Género: Superhéroes, acción, comedia.
Duración: 119 min.
Dirección: David Leitch.
Guion: Rhett Reese, Paul Wernick, Ryan Reynolds.
Actores: Ryan Reynolds, Julian Dennison, Zazie Beetz, Brianna Hildebrand, Josh Brolin, Morena Baccarin, T. J. Miller, Karan Soni.
Música: Tyler Bates.

Valoración:
Lo mejor: Divertidísima. Personajes muy carismáticos. Algunos pasajes estupendos.
Lo peor: Ritmo muy irregular, con situaciones y chistes alargados más de la cuenta, sobre todo los que hay tras la batalla final.
Mejores momentos: La formación del grupo X-Force y su entrada en acción. Toda la estancia en la cárcel.

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A ratos parece que Deadpool 2 ha superado algunas limitaciones de la primera parte, pero en otros tramos anda igual de perdida y en conjunto acaba teniendo el mismo desequilibrio narrativo. Sigue habiendo pasajes de relleno (qué largo e insustancial es el prólogo), escenas alargadas y chistes sobreutilizados (algunas tonterías tras el clímax final se hacen pesadas) que rompen el ritmo más de la cuenta. La mejora está en la claridad de la trama central y de la evolución de los protagonistas, más relevantes y atractivas que en el capítulo previo, donde pesaba más de la cuenta la falta de una línea conductora, pues el pobre villano que entraba y salía sin motivos concretos no aportaba mucho y Deadpool pasaba por muchos escenarios sin llevarnos hacia ninguna historia determinada.

Pero me temo que la base de la mejora puede ser considerada un espejismo, o incluso un engaño. Resulta que llegamos al final de la película y el punto de conflicto principal en Deadpool, el evento tan relevante y trágico de su vida que había dirigido toda la narración, se deshace con la excusa de los viajes en el tiempo. Los guionistas necesitaban esa premisa como hilo conductor del relato y de los personajes pero luego no se atreven a mantenerla como suceso real que deje huella en próximos capítulos, con lo que acabé con cierta sensación de estafa.

Por suerte, la aventura exprime bien a los personajes y se mantiene el estilo y gracia del relato, lo que disimula muy bien sus carencias. Hay muchos tramos entre entretenidos y espectaculares, como la estancia en la cárcel, la formación del grupo X-Force, su primera misión, el clímax en el camión y partes del desenlace, pero incluso en buena parte de los pasajes menos interesantes en lo argumental te puedes reír sin problemas y pasar el bache. Y es que su sentido del humor desenfrenado garantiza dos horas descacharrantes. Las paridas monumentales (las piernas de bebé), las vulgaridades (guarradas y sangre en cantidad), las referencias (Thanos, los actores de X-Men, Linterna Verde…) y las situaciones absurdas (¡Peteeer!) se acumulan hasta hacerte llorar de risa en algunos momentos, como la delirante entrada en acción del supergrupo.

Deadpool es una mezcla de tragicomedia y antihéroe brillante, y sus secundarios (la novia, el camarero, y sobre todo el taxista) resultan encantadores. Aunque el dibujo de Cable no es muy elaborado y el giro final es precipitado y lo degrada bastante, Josh Brolin compone un villano imponente. Los pocos X-Men que siguen apareciendo (Coloso, Negasonic) caen muy bien y se echan de menos cuando no están en pantalla. Los X-Force son dispares y geniales, sobre todo la que tiene más protagonismo, Domino (Zazie Beetz), cuyo superpoder es la suerte. Pero el plato fuerte es el conductor de la historia, Firefist, el joven torturado: pocas veces vemos la formación de un posible villano, y menos tan bien lograda. Cada escena con él es un torbellino de emociones y garantiza un desarrollo de la histoira bastante impredecible, porque se juega con escenarios que pueden salir de distintas formas. Se remata con sus diálogos brutos y la buena interpretación del desconocido Julian Dennison.

David Leitch (Atómica -2017-, John Wick -2014-) mantiene bien el pulso que requiere el relato: alocado, vibrante, sin perder fuelle en las complicadas escenas de acción, que tienen que contener muchos chistes y el ritmo podría resentirse. La idea de desarrollar la secuencia de acción principal en un camión en marcha no sé si es del guionista, de los productores o del director, pero es muy eficaz, porque otorga mucho movimiento y permite recesos para diálogos. El subidón de presupuesto se nota pero no tanto como esperaba, seguramente porque en la primera parte lo poco que tenían estuvo muy bien aprovechado.

Es una pena que los altibajos lastren una cinta que tenía todas las de superar con creces a su predecesora, pero desde luego no está nada mal y se mantiene como soplo de aire fresco en un género bastante saturado.

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Saga X-Men:
X-Men (2000)
X-Men 2 (2003)
X-Men: La decisión final (2006)
X-Men orígenes: Lobezno (2009)
X-Men: Primera generación (2011)
Lobezno inmortal (2013)
X-Men: Días del futuro pasado (Rogue Cut) (2014)
X-Men: Apocalipsis (2016)
Deadpool (2016)
Logan (2017)
-> Deadpool 2 (2018)
X-Men: Fénix oscura (2019)
Los nuevos mutantes (2020)

Deadpool


Deadpool, 2016, EE.UU.
Género: Superhéoes, acción, comedia.
Duración: 108 min.
Dirección: Tim Miller.
Guion: Rhett Reese y Paul Wernick, basandose en el cómic de Rob Liefeld y Fabian Nicieza.
Actores: Ryan Reynolds, Morena Baccarin, T. J. Miller, Ed Skrein, Brianna Hildebrand, Stefan Kapicic, Karan Soni, Gina Carano.
Música: Junkie XL.

Valoración:
Lo mejor: El fantástico sentido del humor, el carisma arrollador del personaje.
Lo peor: El villano es insípido, el ritmo mejorable, y en lo visual no tiene mucha pegada.
Mejores momentos: La pelea contra Coloso. El último viaje en taxi, hablando del primo del taxista.
El doblaje: Me temo que tiene uno de esos doblajes de comedia tonta donde se empeñan en adaptar localmente los chistes, cargándose muchísimas referencias y bromas ingeniosas para rebajarlo al nivel que el traductor jefe decide porque la da la gana.
La frase:
1) ¡Todos los dinosaurios temían al T-Rex!
2) Vaya, es una casa enorme, pero solamente os veo a vosotros dos. Es como si el estudio no tuviera dinero suficiente para más X-Men…

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Deadpool fue visto en X-Men Orígenes: Lobezno, pero nadie se acuerda de ello… básicamente porque pocos se acuerdan de esa entrega, que no satisfizo a muchos (a mí me pareció aceptable), y otros, los más fans de los cómics, se obligaron a olvidar la representación lastimera que le hicieron, pues de secundario de adorno pasó a enemigo cutre, ese tipo feo que lucha contra Lobezno en la chimenea de la central nuclear y con poderes que no tiene en los cómics. ¿Por qué trataron tan mal a un personaje que tenía potencial para película propia o como poco valía para secundario relevante en otras secuelas? Es lo que pasa cuando diversos productores meten ideas propias por la fuerza sin pensar en el equilibrio de la serie y el respeto a los seguidores de los cómics. Pero tras años de rumores y esfuerzos (por parte de Ryan Reynolds sobre todo), llega por fin el intento de redimir esta figura y traer savia nueva al género.

Ya desde los delirantes créditos se hace patente que estamos ante una obra irreverente y alocada dispuesta a jugar con todo tipo de humor. Tenemos tonterías grotescas («Hashtag AhíLoDejo»), chistes brutos (la pelea con Coloso), humor negro, gracias reincidentes («Francis»), diálogos hacia el espectador y, como debe ser, explotan la vena cómica del protagonista. Ni considerándolo un antihéroe Deadpool resulta convencional. La locura que arrastra, sus incansables chistes descarados u obscenos, los diálogos punzantes, su manejo de las situaciones de forma excéntrica e impredecible y el correcto papel de Ryan Reynolds, quien parece actuar mejor con una máscara que sin ella (los gestos y movimientos que hace son esenciales para darle vida), conforman un superhéroe con enorme magnetismo. La narración también es fiel al cómic, con idas y venidas en el tiempo para exponer cosas (su pasado se desgrana en medio de los hechos presentes) y con recesos cómicos absurdos, destacando las constantes rupturas de la cuarta pared (atención a la frase sobre la escasez de mutantes).

Con todo ello tenemos garantizada una aventura siempre simpática y con varias secuencias descacharrantes hasta el punto de llegar a llorar de risa. El ritmo puede ser mejorable en algunos tramos, pero entre las risotadas casi no te das cuenta; aunque veremos cómo aguanta los revisionados, claro. La puesta en escena no es brillante, aunque teniendo en cuenta el escaso presupuesto luce francamente bien; pero también se le puede achacar que tiene una dirección (el primer largo de Tim Miller) bastante tradicional para una propuesta que se vende como «con mucha personalidad»; sólo con un estilo más dinámico, en la onda del gran trabajo visual de los hermanos Russo en Capitán América: El soldado de invierno, habría ganado enteros; y con un acabado visual valiente y original, podría haber sido mucho mejor.

Por suerte esas pequeñas limitaciones no se convierten en fallos, no impiden que la proyección resulte divertidísima, porque Deadpool y el sentido del humor salvan cualquier bache. Pero por ello hay quien dice que, como la película parece estar construida únicamente para el personaje central, se descuida el resto. No me parece cierto. Los secundarios son todos interesantes y su presencia ocupa lo justo, que esto no es una historia coral como Los Vengadores. La chica de turno (Morena Baccarin) no es un maniquí, posee su propia personalidad que de hecho resulta encantadora. Sólo aparecen dos mutantes de los X-Men pero se los aprovecha muy bien, pues no se descuidan sus formas de ser y mantienen una relación muy atractiva con Deadpool. Los escasos amigos y conocidos que vemos aportan lo necesario a la hora de dar al héroe un entorno y una vida verosímiles (el camarero –T. J. Miller– y la camaradería en su local), y hasta caracteres de relleno, como la ciega o el taxista, son hábilmente usados como receso cómico en algunas situaciones que de otra forma podrían haber quedado algo faltas de chicha.

El único problema notable es el villano, Ajax, y por extensión la esperable confrontación. Aunque ponga al protagonista en apuros en su tortuosa creación, lo cierto es que la falta de profundidad de este enemigo, su nula evolución, las carencias del actor Ed Skrein y una batalla final descafeinada, lo rebajan al nivel del malo de Ant-Man: un cero total en interés y carisma, quedando como una excusa para presentar al héroe. Tampoco llaman mucho la atención sus secuaces, donde sólo el rol de Gina Carano tiene algo de presencia, pero no la suficiente. ¿Por qué este retroceso en villanos cuando Loki demostró que un personaje fuerte y cambiante con las circunstancias resulta mucho más atractivo? Y hay que recalcar lo de la pelea final. Si tan rompedora decían que iba a ser la película, ¿por qué acaba de forma tan básica? Previsible secuestro de amada, con un fallido receso para buscarla (que anticlimática resulta la visita al club de striptease), y enfrentamiento a tortas donde no se ofrece nada que tan siquiera intente ser mínimamente original. No llega a ser un desastre porque la escena de acción es correcta y el humor gratificante, pero unos cuantos chistes no te montan un clímax genuino e impactante.

Poniendo todo en la balanza me sale una cinta muy entretenida y con carácter que garantiza un rato de risas incontrolables y un personaje al que difícilmente podrás olvidar. Pero también cabe señalar que prometía mucho más, que guarda un potencial que finalmente no explota por completo. Sin duda la campaña publicitaria, llena de anuncios virales y con mucha implicación en las redes, más el atractivo de ver por fin una de superhéroes que fuera para adultos, ha levantado muchas expectativas en una producción menor de la que el estudio no parecía esperar mucho (de ahí que el presupuesto sea la mitad de lo habitual: 58 millones). Pero el visionado no muestra tanta valentía como se anunciaba. El lenguaje es bastante sucio, y hay golpes con más sangre de lo habitual en el género de acción actual, pero cualquier título estándar de los ochenta y noventa tiene más sangre y violencia… y sexo, porque aquí no se ve prácticamente nada. Parece que nos hemos ablandado tanto que un par de heridas con algo de sangre y unos cuantos «joder» y «paja» nos resultan excesivos. Y en temática no es nada transgresora u oscura, de hecho está muy anclada en los clichés del género. No, evidentemente Deadpool no está dirigida exclusivamente a adultos y seguidores de la HBO, sino que pone su mira en los adolescentes de entre dieciocho y veintipocos años. Es una mejora, porque hasta ahora, salvo el Batman de Nolan, todas las de superhéroes estaban rebajadas para que hasta niños de diez años pudieran verlas, pero no es una revolución. Eso sí, con su éxito (está rompiendo récords de estrenos +18) la secuela podrá tener más presupuesto y menos miedo con el guion (podrá ser más bestia y elaborado), y además quizá abra la veda a más obras de corte adulto.

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Saga X-Men:
X-Men (2000)
X-Men 2 (2003)
X-Men: La decisión final (2006)
X-Men orígenes: Lobezno (2009)
X-Men: Primera generación (2011)
Lobezno inmortal (2013)
X-Men: Días del futuro pasado (Rogue Cut) (2014)
X-Men: Apocalipsis (2016)
-> Deadpool (2016)
Logan (2017)
Deadpool 2 (2018)
X-Men: Fénix oscura (2019)
Los nuevos mutantes (2020)