El Criticón

Opinión de cine y música

Archivos mensuales: octubre 2006

Infiltrados


The Departed, 2006, EE.UU.
Género: Suspense, acción.
Duración: 151 min.
Dirección: Martin Scorsese.
Guion: William Monahan.
Actores: Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Martin Sheen, Jack Nicholson, Mark Walhberg, Ray Winstone, Vera Farmiga, Alec Baldwin.
Música: Howard Shore.

Valoración:
Lo mejor: Guion, dirección, montaje, actores, el uso del ritmo, de la tensión, del drama, y del humor, la construcción de personajes, los diálogos…
Lo peor: Algunos tics de Scorsese se respiten más de la cuenta.
Mejores momentos: Tantos… Por mencionar algunos, el sorprendente final y algunos pasajes llenos de tensión, como cuando los infiltrados están a puntos de ser descubiertos varias veces.

* * * * * * * * *

Scorsese nos ha regalado una película grandiosa, complejísima en contenido y forma, con una historia llena de numerosos y logrados personajes, con intrincadas tramas de corrupción, delincuencia y persecución de delincuentes, amoríos, crecimiento y superación personal, supervivencia… Estamos, salvo sorpresa de última hora, ante la mejor película del año.

La producción se inicia con un montaje confuso de planos intercalados de personajes: jóvenes policías en su graduación. La narración va cobrando forma, siguiendo a los protagonistas en sus recién iniciadas carreras. Unos comienzan a labrarse un futuro de prestigio y riqueza con el ascenso en cuerpos especializados en la vigilancia y detención de mafias, otros ven cómo su pasado relacionado con dicha organización criminal sirve como pretexto para que sus superiores les endosen delicadísimas misiones de infiltración entre los mafiosos. Por si fuera poco, entre la policía también hay infiltrados en los departamentos menos esperados… Asistimos así a un impresionante y perfectamente escrito juego de espionajes, traiciones y crímenes donde mafia y policía danzan el uno al lado del otro cada uno según sus reglas, donde las sorpresas que dan giros completos a la historia están a la orden del día.

Infiltrados es una película cien por cien Scorsese: planos rápidos, montajes extraños, fotogramas congelados, movimientos de cámara ingeniosos, diálogos ágiles, sangre por doquier… No soy experto en la filmografía del autor, pero la realización es una auténtica maravilla, superior a otros trabajos suyos tan famosos como El aviador o Uno de los nuestros. Por si fuera poco, el director de fotografía Michael Ballhaus nos deleita con una labor estupenda y llena de recursos, aunque aun más destacable es el montaje, uno de los más difíciles que he visto en años, resuelto con perfecta sincronización por Thelma Schoonmaker.

El guion es una versión de una película china de hace muy poco, del año 2002, Mou gaan dou (Juego sucio), escrita por Alan Mak y Felix Chong y dirigida por Andrew Lau. De la adaptación se ha encargado William Monahan, un escritor con muy pocas películas en su haber (la más conocida, El reino de los cielos). El resultado es prodigioso, sobre todo teniendo en cuenta la enorme complejidad de la historia: los personajes, los diálogos, la forma narrativa que alterna con rapidez y mucha claridad y fluidez los distintos frentes de la acción… Es cine del inteligente de primer nivel, pero el espectador medio disfrutará igualmente, pues el ritmo es infernal, los personajes fácilmente identificables y simpáticos, y las dosis de humor, drama y acción están perfectamente medidas.

En un reparto tan amplio, con el tiempo en pantalla tan repartido y el protagonismo compartido, no era fácil obtener actuaciones inolvidables. El resultado en general es muy bueno, con profesionales ofreciendo actuaciones de primer nivel (Nicholson, Damon, Sheen…)… pero sin embargo entre todos ellos destaca alguien que ya apuntaba bien alto desde sus últimos trabajos: Leonardo DiCaprio. El joven guaperas que inició su carrera con producciones donde encarnaba a personajes insoportables (Titanic el mejor ejemplo) con interpretaciones muy limitadas ha ido ganando en experiencia y ha realizado grandes papeles. En El aviador fue uno de los actores más destacables de aquel año, y en Atrápame si puedes también se lució. En Infiltrados vuelve a sorprender, metiéndose muy bien en la piel de un joven con un futuro incierto y un presente difícil, donde su vida pende siempre de un hilo. Sus frustraciones e inquietudes están representadas con gran efectividad por el actor, y tiene algunos momentos muy llamativos, como cuando su jefe en la mafia (un siempre histriónico Jack Nicholson) le interroga cara a cara para tratar de averiguar si es la rata traidora: DiCaprio transmite toda la desesperación y temor del momento.

Scorsese y Monahan mantienen sumido al espectador en una sensación de asombro constante durante más de dos horas. La tensión en los momentos cumbres era palpable en la sala donde vi la película, y las risas acompañaban al humor rápido y nada fácil de los diálogos y situaciones. Infiltrados es absolutamente imprescindible para cualquiera que tenga algo de interés en el buen cine, aunque como sucedió el año pasado con Crash, es una producción distinta, con un estilo muy personal que probablemente no guste a todos, pero cuya calidad debería estar fuera de toda duda.

Hans Zimmer – Tears of the Sun

Hans Zimmer – Tears of the Sun
Género: Banda sonora original
Año: 2003
Valoración:

Antoine Fuqua dirige a Bruce Willis en esta producción centrada en los problemas de guerras en África. No deja de ser la típica película de acción hollywoodiense patriotera, pero se deja ver. La composición de la banda sonora original corre a cargo de Hans Zimmer, quien se rodea de un grupo de colaboradores incluso mayor del habitual: Lisa Gerrard, Lebo M., Andreas Wollenveider (conocido autor de Nuevas músicas), Heitor Pereira, Jim Dooley, Steve Jablonsky y Martin Tillman. Estos artistas invitados también pertenecen al grupo de solistas (voces, guitarras, violines eléctricos, instrumentos africanos varios) completado por otros como Endre Garnat, Hugh Marsh y Ali Tavallali.

La partitura recuerda al Zimmer de sus inicios: voces e instrumentos africanos mezclados con orquesta occidental, como en The Power of One o The Lion King. Gran parte de esta obra mantiene un registro tranquilo, una música de transición, de exposición más que de desarrollo, un adagio donde se emplean las cuerdas y la voz africana de Lebo M. y la sobriedad del canto de Lisa Gerrard. Heart of Darkness, el maravilloso Small Piece for Doumbek and Strings – Kopano Part I (inspirado muy, muy, muy descaradamente en Tabula Rasa de Arvo Pärt) y Night, son los cortes incluidos en dicha línea, pero también tenemos el lamento casi fúnebre de Kopano Part II.

La parte más activa recurre más intensivamente a las voces africanas (tanto Lebo M. como algunos coros), al habitual canto melancólico y envolvente de Lisa Gerrard, a la guitarra y a un variado número de instrumentos del lugar. Las apariciones de este tema son más breves y están al final del disco, salvo una introducción más ligera al comienzo, Yekeleni Part I – Mia’s Lullabye. En Yekeleni Part II el registro empieza a volverse hacia este tema, aunque en Carnage vuelve a calmarse. Es en Cry in Silence cuando observamos la transición final: es el último llanto que da paso al caos.

Cuando por fin entramos de lleno en el tema de acción nos encontramos dos pesos pesados de ocho minutos cada uno:

El primero, el doble corte The Jablonsky Variations on a Theme – Cameroon Border Post, se inicia en entristecedoras cuerdas que pronto se ven rodeadas por la voz de Gerrard, siendo entonces cuando la orquesta cobra intensidad. El crescendo continua de forma impresionante hasta que se torna en un breve caos de vientos y percusiones que da paso a la voz de Lebo M. en todo su esplendor, momento que es el mejor del disco hasta ahora. Mención especial también para el intenso final de cuerda y percusión electrónica.

El siguiente gran momentazo es The Journey – Kopano Part III. Si con el corte anterior hablábamos de grandiosa intensidad, lo que tenemos ahora va mucho más allá de lo imaginable, siendo uno de los cortes más arrebatadoramente bellos que he escuchado. También nos encontramos con un crescendo en el que se conjugan coros africanos comandados por el solista y la orquesta, solo que aquí la instrumentación africana es mucho más importante. La canción se inicia con el coro, guitarra y percusiones; poco a poco va aumentando su fuerza hasta que la explosión de sonidos se vuelve impresionante, magistral, inolvidable.

Tear of the Sun, sin ser una obra de las imprescindibles del autor (aunque habría que decir que el último tema sí lo es), es uno de los últimos trabajos donde Zimmer demuestra su dominio de la música más allá del sonido de acción prefabricado que tanto explotan películas de acción comerciales. Es una obra algo atípica (no tanto como Beyond Rangoon), no sólo por el estilo, sino también por la diferencia entre las dos líneas musicales empleadas en él: el precioso adagio y la impresionante instrumentación y coros africanos. Muy, muy recomendable.

 

1. Yekeleni Part I – Mia’s Lullabye – 2:35
2. Heart of Darkness – 2:01
3. Small Piece for Doumbek and Strings – Kopano Part I – 8:55
4. Under the Forest Calm – 1:07
5. Yekeleni Part II – Carnage – 7:55
6. Kopano Part II – 2:25
7. Night – 2:34
8. Cry in Silence – 2:04
9. The Jablonsky Variations on a Theme – Cameroon Border Post – 8:42
10. The Journey – Kopano Part III – 8:17
Total: 46:37

V.S. Unión – Zureo

V.S. Unión – Zureo
Género: Nuevas Músicas
Año: 1994, Resistencia
Valoración:

Grupo y disco fantasma, cuya búsqueda en Google no ofrece más que unos pocos resultados, y eso si se omiten las coincidencias por el nombre tan común. Ni siquiera aparece en la web del sello Resistencia, del que por cierto debe de ser el primer disco que editaron, pues su código es Rescd 001.

V.S. Unión (quién sabe qué significa dicho nombre) es un grupo sevillano que tiene dos discos, Zureo e Isla menor (premio para quien los encuentre, yo sólo tengo el que comento). Está formado por Jesús Vela (composición y teclados) y Manuel Sutil (percusión), aunque en este álbum la lista de colaboradores es amplia: oboes, guitarras, bajos, voces…

La música creada para Zureo está en una línea de Nuevas Músicas minimalista, con composiciones de lánguida belleza con una preferencia de vientos, teclados y percusiones ligeras. La tradición andaluza flamenca tiene una tenue presencia, limitada a la guitarra española, y también hay cierta característica norteafricana muy, muy leve, así como unas sutiles tonalidades típicas mediterráneas, pero en general es un trabajo prácticamente incomparable con cualquier otra creación o estilo.

El disco es de una duración estándar, pero su escucha es tan agradable que se hace corto. Perfecto para disfrutar mientras se lee o realiza otra tarea tranquila, o para dejarse llevar por la tranquilidad que irradia. El dulce oboe suele ser el instrumento predominante, mientras las percusiones marcan el ritmo. Teclados que a veces generan atmósferas grises y a veces aportan algo más de color, bajos que en alguna ocasión cobran más importancia que el mero acompañamiento, flautas varias, alguna voz… Todos los temas juegan con estas instrumentaciones y se mantienen un mismo registro, pero no se hacen repetitivos en ningún momento y mantienen una media de calidad estable.

La composición no es compleja pero sí acertada, el planteamiento es original, la ejecución denota profesionalidad, y la grabación ofrece un sonido límpido. El resultado no tiene nada que envidiar a los grandes de las Nuevas Músicas, como el sello Narada.

La caja del disco es de cartón, emulando precisamente dicho material gracias a una carátula que imita a un cartón rasgado. Lamentablemente es un material con el que hay que tener más cuidado. Eso sí, es muy bonita.

 

1. Amanecer – 4:03
2. La mar por medio – 5:04
3. Zureo – 4:56
4. Sidi Bou Said – 5:09
5. Patio de las doncellas – 4:59
6. Madreselva – 3:52
7. Meigas – 6:03
8. Engaño de Abril – 4:18
9. Sin título (Bolero) – 4:08
10. De Triana por la tarde – 3:44
Total: 46:19

Wojciech Kilar – Dracula

Wojciech Kilar – Dracula
Género: Banda sonora original
Año: 1992
Valoración:

Impresionante, sobrecogedora, espeluznante, terrorífica, portentosa la composición de este autor polaco que sirvió con suma eficacia a la estupenda producción de culto de Francis Ford Coppola. Podemos distinguir tres temas musicales bastante claros, el de acción/terror, el de intriga y el de amor, siendo el primero el que más presencia tiene y el último el que menos.

En el tema de acción Kilar emplea unas sonoridades de vientos tormentosos, estridentes, unas cuerdas que rasgan con insistencia y unos coros desquiciantes en toda la obra, pero realizando cortes variados, de composiciones ricas y generalmente impactantes, con un rasgo de repetitividad en muchos de ellos con el conseguido objetivo de resultar inquietantes o incluso producir auténtico terror. Aunque es un trabajo muy original, no se escapa de la influencia de Holst, muy presente por ejemplo en el fantástico Vampire Hunters, y un estilo clásico buscado a propósito. En el tema de amor se juega con los metales: platillos, campanillas, xilófonos… Se le otorga un aura de cuento de hadas pero con un toque triste, adulto. En el de intriga más o menos se sigue la línea de los momentos de más acción, con cuerdas y coros, pero de forma mucho menos ruda, con temas más relajados pero no por ello menos inquietantes.

Dracula emerge poco a poco de la nada con un rugido creciente, marcado por un piano disonante y unas oscuras violas. Al minuto y cuarenta segundos explota entre metales e insistentes vientos. Un inquietante repique de piano y percusión da paso a la segunda parte del corte. The Beginning se inicia con unos desalentadores coros masculinos de trasfondo y una voz femenina que da paso a la creciente fanfarria. Este tramo del tema adquiere un tono repetitivo apabullante, con los bombos, los vientos y el coro ganando intensidad poco a poco hasta que todo vuelve a estallar; entonces se produce un receso que va diluyendo la música poco a poco. Impresionante.

Vampire Hunters vuelve a emplear la rudeza de los vientos y cuerdas (sostenidos sobre el ritmo de las percusiones) de forma cíclica y creciente, con constante incorporación de nuevos instrumentos. Es uno de los mejores momentos de la partitura, no muestra un segundo de descanso en su genial interpretación.

Mina’s Photo es un breve inciso para interpretar un corte de rasgos intrigantes. El tétrico violín es sepultado por la voz, y luego sucede al revés. The Brides retoma este registro endureciéndolo con violas, llevando esta rutilante melodía hasta cinco minutos de desasosiego constante.

Una introducción de unos segundos sobre arpa introduce Lucy’s Party. Es el exponente más claro del tema de amor, con el aura de poesía tan fantasmagórica, llena de metales. Dicho tema se extiende durante un minuto en The Storm, pero justo en ese momento se torna como el corte más impresionante, con una orquestación brutalmente altisonante de cuerdas y vientos, con puntuales incorporaciones de coros. Como su propio título indica, es una auténtica tormenta de sonoridades.

Love Remembered es un corte creado sobre suaves vientos y una delicada arpa, siendo, aun con la presencia del violín, el instante más tranquilizador de esta perturbadora composición.

Volvemos a la acción en The Hunt Builds, con el mismo registro de fuerza creciente tan característico de la obra. Hacia su ecuador las cuerdas se unen a percusiones y coros, y se inicia un intensísimo clímax.

The Hunter’s Prelude retoma la composición holstiana de Vampire Hunters de forma breve, y a continuación tenemos otro momento fugaz, transitorio, The Green Mist, que van abriendo paso hacia el tramo final del disco.

Mina / Dracula fusiona con cuerdas (predominando el violonchelo en su inicio, luego el violín) y algo de viento los temas de amor y misterio, exponiendo melodías muy bellas que oscilan entre la cálida belleza de la joven protagonista y la presencia mortífera y subyugante de Drácula.

En los brevísimos dos minutos que dura The Ring Of Fire Kilar desarrolla uno de los temas más terroríficos que ha dado la música de cine. Apenas hay instrumentación, sólo algo de cuerda que da atmósfera a la inaudita recopilación de voces, frases en latín, sonidos de caballos, rugidos y griterío. Es un momento que produce una sensación de terror sofocante realmente conseguida. La genialidad se demuestra cuando con algo sencillo se consigue transmitir tanto, y aquí el uso y la mezcla de efectos de voces es sublime. Imposible escucharlo con auriculares a oscuras, doy fe de ello.

Love Eternal redirige el tema de amor hacia un lamento, una triste despedida. Otro tema muy conseguido, muestra de que la partitura no decae en ningún momento. A continuación Ascension parece servir como epílogo para el corte anterior, cambiando todo instrumento por un coro cargado de lágrimas.

End Credits recopila los distintos temas desarrollados durante la película: se inicia con notas del prólogo, luego recurre a Vampire Hunters, que se ve abruptamente interrumpido por el tema de amor… En resumen, el típico tema destinado a los créditos finales, que no aporta nada nuevo.

El disco lo cierra una canción que, tratándose de una película muy lejos de ser comercial, no sé muy bien cómo acabó incorporándose. Está compuesta e interpretada por la cantante Annie Lennox, que en la época del filme fue cuando disfrutaba de su momento de mayor fama. Love Song For A Vampire no encaja nada en una película de estas características y desentona completamente con el resto de la composición. Es la típica canción comercial de un artista de renombre pero cuya calidad no da más que algún tema, como éste, que se escucha con agrado y se olvida muy rápido.

 

1. Dracula – The Beginning – 6:41
2. Vampire Hunters – 3:05
3. Mina’s Photo – 1:25
4. Lucy’s Party – 2:56
5. The Brides – 4:56
6. The Storm – 5:04
7. Love Remembered – 4:10
8. The Hunt Builds – 3:25
9. The Hunter’s Prelude – 1:29
10. The Green Mist – 0:54
11. Mina / Dracula – 4:47
12. The Ring Of Fire – 1:51
13. Love Eternal – 2:23
14. Ascension – 0:50
15. End Credits – 6:42
16. Love Song For A Vampire – de Annie Lennox – 4:21
Total: 54:59

El laberinto del fauno


El laberinto del fauno , 2006, Méjico, España.
Género: Drama, fantasía.
Duración: 112 min.
Dirección: Guillermo del Toro.
Guion: Guillermo del Toro.
Actores: Sergi López, Maribel Verdú, Ivana Baquero, Álex Angulo, Doug Jones, César Bea, Ariadna Gil.
Música: Javier Navarrete.

Valoración:
Lo mejor: La parte dedicada a la post-guerra, los actores, la fotografía, la sólida dirección, el diseño de las criaturas y el maquillaje.
Lo peor: Que la parte fantástica no termina de cuajar, haciéndose esperar para luego apenas mostrar un par de criaturas, y el ritmo es algo aburrido.
El plano: El Capitán cosiéndose la boca.
Mejores momentos: Prácticamente toda aparición del Capitán Vidal.

* * * * * * * * *

Oscuro y casi gore es este cuento adulto que ha orquestado Guillermo del Toro. En la post-guerra de la Guerra Civil española una niña de unos trece años es llevada por su madre ante su padrastro en un molino perdido en algún bosque. Él es un militar, el Capitán Vidal, encargado de atosigar a los rebeldes, aunque también lidia con los traidores entre sus filas. Allí la joven ve envuelta en una aventura donde un tétrico fauno la toma como posible Princesa de su reino y le solicita realizar las pruebas pertinentes.

Lamentablemente, aunque de aspecto visual muy llamativo, es una historia fantástica que nunca termina de cuajar, como si estuviera escindida de la trama principal. Tenemos dos películas en una, con pocas interacciones entre ellas, y la parte que en principio prometía ser la más importante se queda en una aventura poco trascendente, en una historia secundaria aunque desde el prólogo y también desde la campaña publicitaria se diga lo contrario. Así mismo, no quedan nada claras las motivaciones de la joven para enmarcarse en tan arriesgada empresa, ni cómo puede salir y entrar de un edificio tan vigilado. Sin embargo, cabe destacar que el final de esta trama está resultando muy comentado por sus posibles y contrapuestas interpretaciones: ¿es esa aventura real o fruto de la imaginación de la protagonista, que se evade así de la dura realidad? Pero eso no arregla su falta de empaque y conexión con la línea principal, la enésima producción sobre la guerra civil española.

Lo único para recordar Capitán, el habitual tirano malvadísimo de la función, es protagonista de los tramos más interesantes y de las escenas más conseguidas, y la interpretación de Sergi López es excelente en todo momento; asistimos también a los traidores, torturas, conflictos y resoluciones más o menos conocidos, pero los personajes están bien tratados y el guion consigue crear una trama bastante interesante. Todos los actores están muy bien en sus papeles, destacando sobre todo la joven Ivana Baquero como la protagonista Ofelia y Álex Angulo como el Doctor.

Sin embargo, aparte de decepcionar en lo relativo al argumento prometido, la división de las tramas también juega en contra del ritmo de la narración, postergando el desarrollo de ambas historias: en gran parte del metraje no parece que se avance a ninguna parte, pero es que tampoco hay conclusiones que dejen huella.

Lo mejor es la realización de Guillermo del Toro, con una puesta en escena sólida que aprovecha una fotografía estupenda y unos decorados muy detallistas. Además, el vestuario y el maquillaje son sencillamente impresionantes. Pero en el sonido Del Toro se excede, resultando hipertrofiado, molesto: cada escena está cargada de todo tipo de sonidos constantemente, aunque los objetos que los produzcan en realidad apenas emitan ruidos perceptibles; le quita realismo a las escenas y las sobrecarga demasiado de efectos innecesarios. Por el otro lado, la banda sonora de Javier Navarrete es magnífica, tan hermosa que realza muchos tramos insípidos.

Encontramos pues una apuesta llamativa dentro del cine nacional, sobre todo teniendo en cuenta la calidad de su realización, pero se queda a las puertas de ser una buena producción de fantasía adulta y como drama social no aporta nada nuevo. Y sigo sin entender la fascionación que despierta Guillermo del Toro, que no ha dado ni una película llamativa pero está en un altar como si fuera Tim Burton, de hecho, el arrollador éxito de la presente El laberinto del Fauno es incomprensible..

David Lanz – Cristofori’s Dream

David Lanz – Cristofori’s Dream
Género: Nuevas Músicas
Año: 1988, Narada
Valoración:

Cristofori’s Dream es uno de los grandes clásicos de las Nuevas Músicas, y el inolvidable tema que da nombre al disco uno de los más conocidos del género, de esos que tiene bastante repercusión mediática y es probable que casi todo el mundo haya escuchado alguna vez.

Este disco, cortito, como suelen ser los de Narada, no se acaba en ese glorioso tema, sino que es una joya al completo. Los cortes son largas composiciones sobre piano aderezadas con maravilloso atino con sintetizadores, guitarras, percusiones, flautas, violonchelos, violas, violines… interpretados por una completa lista de artistas, algunos conocidos, como Nancy Rumbel o el colaborador habitual de Lanz, Paul Speer. Es para escuchar y dejarse llevar con sus melodías suaves, poéticas y ensoñadoras. Una obra que no pierde atractivo por mucho que se escuche.

El piano dirige todas las composiciones generalmente en dos planos: un piano secundario marcando el ritmo y el principal llevando la melodía. Según el momento, la presencia de los otros instrumentos varía: los cautivadores golpes de teclado se ven acompañados de guitarras eléctricas que asoman tenuemente, percusiones que se aprecian suaves, lejanas, teclados electrónicos que crean atmósfera, envolvente o más alegre según el caso, dulces flautas y oboes…

Todos los temas están en la frontera entre la melancolía y la alegría, resultando siempre relajantes, dejando en el oyente sensaciones de calidez y de un grato placer producido por su candorosa belleza.

Prodigiosa fue la inspiración que tuvo David Lanz en la creación de esta obra, un auténtico sueño de piano, una composición preciosa, que cala en lo más hondo captando todos los sentidos desde sus primeras notas hasta el último segundo, dejando la sensación de que se ha estado en algún paraíso.

El disco está dedicado a Bartolommeo Cristofori, inventor del piano, y está producido por Paul Speer. Tiene dos ediciones con distintas portadas.

 

1. Cristofori’s Dream – 6:08
2. Spiral Dance – 6:17
3. Green into Gold 10:02
4. Wings to Altair – 6:19
5. Summer’s Child – 6:13
6. Free Fall – 4:23
7. A Whiter Shade of Pale – 6:46
Total: 46:12

John Williams – Revenge of the Sith

John Williams – Star Wars: Episode III – Revenge of the Sith
Género: Banda sonora original
Año: 2005, Sony Classical
Valoración:

Impresionante la fría recepción de público y crítica ante este magnífico trabajo de Williams, sin duda el mejor de la trilogía tras un decepcionante Ataque de los clones y un irregular (pero con momentos inolvidables) La amenaza fantasma. Quizá la saturación producida por tanta guerra de las galaxias sea causante de ello, pues George Lucas no atinó, en esta nueva trilogía, ni si quiera con la tercera (y más importante) entrega, realizando de nuevo una producción vistosa y entretenida pero totalmente falta de garra, echando a perder grandes personajes y momentos con un potencial prácticamente infinito.

La venganza de los Sith nos trae al Williams más inspirado, otorgando a la composición una variedad temática a todas luces mayor que las de las dos últimas entregas (sobre todo comparada con El ataque de los Clones, que tenía un tema nuevo notable y nada más), si bien en el tramo final se desinfla un poco en la parte de la película donde más acción hay, pues entonces reutiliza varios sonidos ya empleados. Ha creado algunos temas dignos de los inolvidables de su carrera, que a la vez son los más atípicos de la misma, como Padme’s Ruminations o Anakin’s Betrayal, de los que hablaré con mayor profundidad más adelante.

Al igual que la película, que narra la caída final de Anakin al Lado Oscuro, la música acompaña esa evolución (mucho mejor que el filme) con una constante evolución en el estilo de los temas. La aventura se inicia con los tonos heroicos de las batallas resueltas exitosamente por el protagonista (Battle Over Coruscant), prosigue con arreglos llenos inquietud y temor, con un trasfondo de ira y temor contenido (mencionar de nuevo el magnífico Padme’s Ruminations), se lanza hacia el clímax con melodías de acción pero carentes de toda alegría y triunfalismo, siendo temas llenos de coros demoledores, cargados de tristeza y dolor; y finalmente se muestra una dosis pequeña de esperanza, con los temas dedicados al parto y al ocultamiento de los infantes.

Como es habitual, el compacto se inicia con el tema de La guerra de las galaxias, una composición histórica que marcó de por vida la música del cine. La presentación con dicho tema y las reconocibles letras amarillas da paso al conflicto inicial, la gran batalla sobre Coruscant. El tema nos muestra una marcha militar de trasfondo, y en primer plano las notas de los Jedi entremezcladas con afiladas trompetas que señalan el peligro. En el ecuador hacen acto de presencia grandes percusiones que continúan llevando este semi caótico conflicto hasta que es presentado el tema del general Grevious; en el tramo final Williams desglosa una mezcla entre el tono militar y un registro más inquietante, siendo el momento más interesante de este largo corte.

Anakin’s Dream envuelve el delicioso tema de Amidala en un violín que marca el instante con un deje dramático. En seguida se muestran los sueños de Anakin con unas melodías altisonantes que van decayendo en un susurro, unas tenues notas que rememoran a las empleadas en Dagobah ante los primeros pasos de Luke con el Lado Oscuro.

Battle of the Heroes (correspondiente al duelo Anakin-Obi Wan del final del filme) es un magnífico tema coral, con un uso espléndido de los vientos y coros que conforman un corte de fanfarrias heroicas dedicado a los héroes en su fatídica confrontación. El doble final, donde primero amaga y luego finalmente corta abruptamente la fanfarria con un toque genial, es impresionante.

Anakin’s Betrayal nos sumerge en un mar de coros tenebrosos que expresan con eficacia la pesadumbre de Anakin, su sensación de que las cosas no son como él cree que deberían y su impotencia ante el sueño que tuvo. El tema elegido, de una fuerza coral inmensa al principio, más sosegado a partir de su ecuador, transmite totalmente esta angustia y dolor a los que se enfrenta el joven Anakin. Hay un inciso a los dos minutos y cincuenta segundos realmente alucinante.

General Grievous desgrana por completo el tema de este peculiar enemigo, con esos repiques pautados de vientos y percusiones que otorgan un toque exótico al personaje. Quizá es el tema menos acertado por su composición caótica y poco carismática; e igualmente, el resto corte se desarrolla entre constantes cambios de melodías marcadas por las insistentes percusiones. Pero ni mucho menos se hace molesto o esquivo en su audición, como sí resultaron partes de Harry Potter y el prisionero de Azkaban o la asombrosa y equivocadamente elegida para los Oscar, Memorias de una Geisha. Y además, como en las otras citadas, funciona a las mil maravillas en la película.

Palpatine’s Teachings es uno de los momentos más difíciles y distintos de esta obra. Correspondiente a esa especie de ópera que observa Palpatine mientras se gana con sutiles palabras a Anakin, es un tema muy acorde con dicho instante: sosegado, envolvente, destila un ligero toque misterioso. Mientras se va acercando al final incorpora en un tenue registro el inquietante tema del Lado Oscuro. Requiere subir el volumen y prestar atención extra para saborear su atmosférica composición, aunque hay que volver a bajarlo al final, pues incluye una repentina fanfarria muy utilizada desde La amenaza fantasma como relleno musical en los cambios de escenario y otros momentos.

Grievous And The Droids es otro corte dedicado a instantes de acción, que alterna varios temas en sí mismo: momentos de acción abundante, otros intrigantes, otros transitorios, marchas militares de vientos duros… No resulta caótico, sí impresionante.

Padme’s Ruminations es para mí la joya del disco. Un tema de una profundidad inaudita, sobrecogedora: un susurro creciente, construido con unas notas sublimes que desarrollan pausadamente un sonido gutural, terrorífico, lleno de dolor y pena, casi como un grito desgarrador. Es, sencillamente, la perfección, uno de los mejores momentos que ha creado John Williams (de los cuales, por cierto, la mayoría pertenecen a esta saga).

Anakin Vs. Obi-Wan retoma el tema principal de esta película, el de los héroes, al que incorpora la marcha oscura de Darth Vader en su registro de vez en cuando, pues en el duelo entre nuestros héroes ya está muy presente la sombra del tirano. Es un corte que toma momentos de aquí y de allá de toda la trilogía, como demostrando que todo el futuro se está decidiendo en ese instante.

Anakin’s Dark Deeds es otra maravilla: un coro de notas entristecedoras da paso a la fanfarria completa; el sonido creado es desgarrador, una perfecta mezcla de impresionantes coros y orquesta que acompaña los pasos finales de Anakin hacia el Lado Oscuro. Atención al final, con esos repiques insistentes de vientos: uno de los mejores momentos que he escuchado nunca, que se me ha quedado grabado en la memoria para siempre.

Enter Lord Vader es un instante de marchas militares oscuras. Este tema de Darth Vader esta confeccionado de forma semejante al de Grevious, con rasgos cortantes, duros. No es un momento muy destacable, siendo otro tema de relleno, que no acompaña a un momento que requiera entidad propia.

The Immolations Scene es otro gran momento de gran tristeza. La orquesta exprime las notas hasta producir un terrible lamento, confiriendo así una de las partes más dramáticas de la composición. Otra pieza magistral.

Grievous Speaks To Lord Sidious es otro corte muy mal colocado, pues concierne a la primera parte de la película. El es mejor momento dedicado a Grievous, pues incluye eficazmente unos breves pero intensos coros, con el oscuro toque militar característico de esta partitura. Luego incluye música incidental, pero no por ello de composición menos trabajada. The Birth Of The Twins And Padme’s Destiny es el corte esperanzador. La primera parte expone el nacimiento de los bebés, con un registro juguetón, lleno de campanillas. La segunda en cambio se torna de nuevo oscura, con el fallecimiento de Amidala y su entierro. Recurre entonces a coros lentos pero de notable intensidad dramática, consiguiendo otro grandísimo instante.

Es lógico incluir brevemente el tema de Luke, pues la trilogía se cierra con Obi Wan llevando a al recién nacido a casa de sus tíos, pero ahí debería haberse quedado la reutilización de temas en A New Hope And End Credits. En cambio, lo que tenemos como tema para los créditos es una recopilación de temas de Una nueva esperanza (el siguiente episodio, cronológicamente hablando). No sé si Lucas quiso hacer así una especie de homenaje o enlace a la trilogía original, pero lamentablemente resta cerca de trece minutos que podían haberse empleado en mostrar otros desarrollos de temas, como los momentos que incorporan parte del magnífico Duel of the Fates, por ejemplo.

Como viene siendo habitual desde la primera trilogía, la primera edición de la banda sonora original no parece ser la definitiva. Faltan temas, otros no están tan desarrollados como en la película, el orden de pistas es erróneo… Es probable que veamos otra edición, quién sabe, aunque con esta trilogía sólo se hizo con La amenaza fantasma, un disco doble que es menos recomendable que la primera edición pues, aunque trae los temas ordenados, no los desarrolla, ya que son cortes de uno o dos minutos y no terminan de tomar forma (hay que tener en cuenta que la nueva trilogía cuenta con menos variedad temática que la vieja). Cabe decir, sin embargo, que existe una edición no oficial de La venganza de los Sith de dos discos, que incluye la música tal y como viene en la película, ganando muchos puntos en gran número de pistas.

1. Star Wars and the Revenge of the Sith – 7:31
2. Anakin’s Dream – 4:46
3. Battle of the Heroes – 3:42
4. Anakin’s Betrayal – 4:03
5. General Grevious – 4:07
6. Palpatine’s Teachings – 5:25
7. Grievous and the Droids – 3:27
8. Padme’s Ruminations – 3:16
9. Anakin Vs. Obi-Wan – 3:57
10. Anakin’s Dark Deeds – 4:05
11. Enter Lord Vader – 4:14
12. The Immolations Scene – 2:41
13. Grievous Speaks to Lord Sidious – 2:49
14. The Birth of the Twins and Padme’s Destiny – 3:37
15. A New Hope and end Credits – 13:05
Total: 70:45