The Edge of Tomorrow, 2014, EE.UU.
Género: Acción, ciencia-ficción.
Duración: 113 min.
Dirección: Doug Liman.
Guion: Christopher McQuarrie, Jez Butterworth, John-Henry Butterworth, Hiroshi Sakurazaka (novela).
Actores: Tom Cruise, Emily Blunt, Bill Paxton, Brendan Gleeson, Jonas Armstrong, Tony Way, Kick Gurry, Charlotte Riley, Noah Taylor.
Música: Christophe Beck. |
Valoración:
Lo mejor: Personajes y actores muy carismáticos. Entretenimiento de buen nivel.
Lo peor: Arrítmica, predecible, final anticlimático.
La frase: La Operación Caída no es nuestra jugada final, sino la del enemigo.
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El argumento a lo día de la marmota no es nuevo, y el relato no tiene nada especialmente original o impactante que lo haga destacar por encima de la media de los géneros de la ciencia-ficción y la acción. Al menos esa es mi opinión, porque para mi sorpresa ha sido una película muy bien recibida por crítica y público, mientras que la otra incursión reciente de Tom Cruise en el género, la fascinante Oblivion, pasó muy desapercibida.
La única idea con algo de chispa es la naturaleza de los alienígenas, pero aparte de ello no parece que se esfuercen en buscar una vuelta de tuerca a la trama que aporte algo más de savia y sorpresas. Pero también tuve la sensación de que tanto guionista como director son conscientes de ello, de que no buscaban un filme complejo y trascendente, sino un entretenimiento. El resultado es una cinta honesta y lo suficientemente inteligente, pues va a lo que va sin disimular y a la vez no toma por tonto al espectador. Se explica lo justo y necesario (a partir de cierto momento no se repiten vivencias en escenarios nuevos, pero queda claro que han vivido esas partes varias veces) y se pone el esfuerzo en construir personajes sólidos y en dotar de emoción y humor a su aventura. De hecho este sentido del humor es muy de agradecer, porque además de efectivo aleja del relato un tono serio que le podría haber venido grande.
Pero no siempre el objetivo de sus creadores se cumple, porque con una premisa tan básica se notan las costuras (resulta predecible en ocasiones) o el nivel de interés pierde fuerza en varios segmentos. En el principal problema es el inestable ritmo. El tramo de presentación es correcto, pero desde mi punto de vista no tiene la fuerza necesaria para empezar la proyección cautivándote con fuerza. A las explicaciones de rigor para entender el universo presentado y dar forma al entorno donde el protagonista se verá estancado les falta algo de vidilla. No llega hasta el punto de aburrir pero retrasa el lanzamiento de la trama más de la cuenta. El tramo central es el mejor, pues la mezcla de acción con la carismática pareja protagonista tratando de resolver la situación ofrece un buen espectáculo. Pero sin margen para sorprender pronto la rutina empieza a hacer mella. Desde la estancia en la granja el ritmo decae considerablemente. Y con un desenlace tan previsible a la vista hacía falta un tramo final con más pegada. El clímax acusa de exceso de fuegos artificiales para lo poco que cuenta: el grupo (metido con calzador) en apuros, las muertes poco impresionantes de secundarios, explosiones y destrucción irrelevantes, la pareja supuestamente sudando de lo lindo cuando en estas escenas no hay la mitad de emoción que en los mejores momentos, y el consabido final feliz forzado no logran disfrazar que ahí se vieron faltos de ideas. El interés casi acaba por los suelos y empaña un poco las virtudes del relato.
También hay un par de lagunas y trampas importantes. En un momento dado queda claro que el ente alienígena conoce la existencia de nuestro héroe y trata de eliminarlo con una trampa… pero no queda claro cuánto sabe y cuánto puede hacer, de hecho mi impresión es que debería estar persiguiéndolo con el mismo esfuerzo que ponen los humanos en matarlo, y lo único que parece hacer es esperar. También cabe preguntarse cómo resulta tan fácil que el protagonista huya de su pelotón y se ponga a entrenar con la soldado más conocida a la vista de todos sin que nadie se haga preguntas. En cuanto a trampas, es muy cantoso que el desenlace fuerce la presencia del grupo a costa de dejar de lado la credibilidad: aunque aceptemos que creen la loca historia, lo que no tiene ni pies ni cabeza es que puedan salir de la base con un helicóptero sin permiso, cuando ha quedado bien claro al principio del filme que no puede salir ni una llamada telefónica para no dar pistas sobre la misión y que hay tolerancia cero con los desertores.
Los protagonistas son el plato fuerte de la función, y terminan siendo el sustento principal de la trama. Los secundarios tienen bastante más presencia, definición y carisma de lo que se ve hoy en día en el cine. En todo momento sabes quién es quién y qué esperar de él. Y la pareja protagonista es de muy buen nivel. El soldado de carrera pero sin experiencia y cobarde y la dura y fría heroína forman una pareja de opuestos no por clásica menos eficaz. Los diálogos y situaciones en que se ven envueltos los exprimen muy bien, la evolución de ambos es clara y efectiva y los actores dan la última puntada de carisma, en especial Emily Blunt (Looper), quien sabe sacar lo mejor de un personaje que no permite mucha gesticulación, que se define con poses, silencios y miradas. Gracias a ellos la sencillez de la trama se disimula bien, pues sus vivencias llegan con intensidad, y la repetición de capítulos, que al principio no apuntaba maneras, cobra rápidamente fuerza conforme evolucionan sus motivaciones, planes y penurias.
Doug Liman (El caso bourne) es un artesano bastante competente que se prodiga menos de lo deseable, y alguna vez con guiones lastimeros (Jumper). Aquí ofrece un espectáculo grato, aunque no me parece que llegue a conseguir una atmósfera y un aspecto visual como para cortar la respiración en ningún momento. Comparando con Oblivion, por volver a un referente próximo, sus escenas de acción sí dejaban pegado al asiento gracias a una mezcla de guion (algo más de originalidad y empaque), puesta en escena (magnífica la labor de Joseph Kosinski) y sensaciones globales (la situación de los protagonistas transmitía mejor el peligro). Ni siquiera el diseño artístico deslumbra, pues donde debería lucir más falla un poco: los alienígenas son una versión descarada de los del popular videojuego Crysis. Al menos los efectos especiales son buenos y los trajes de combate no están mal. También podría decirse que le ha faltado una banda sonora con más pegada.
Al final la crítica me ha quedado un poco más negativa de lo que pretendía, porque es cine palomitero del bueno, alejado del lastimero nivel del género en la actualidad, donde esta temporada hemos tenido truños como Pompeya, Transformers 4, dos versiones de Hércules… Pero es que con tanta buena crítica parece que estamos ante un peliculón, y dista mucho de serlo.